Rosa María Palacios escribe un día después del último debate presidencial entre Keiko Fujimori y PPK que ella y el periodista independiente Gustavo Gorriti fueron los sparring de Kuczynski en una columna de su página web, y muchos se rasgan las vestiduras, la insultan y la llaman vendida.
¿Por qué? No lo entiendo. ¿Acaso las cosas solo se tienen que hacer por plata en esta vida? ¿No pueden hacerse por convicción, amistad o simplemente porque a uno le da la gana?
Ella explica en su disclosure post debate que lo hizo porque le parece la alternativa correcta contra otra incorrecta. Es su opinión y la respeto. ¿A cuántos de nosotros periodistas nos han llamado los políticos en una circunstancia similar para pedirnos un consejo telefónico antes de un debate?
Recuerdo una vez en que Susana De la Puente me llamó un día antes del debate general de candidatos presidenciales del 2011, en la primera vuelta, convocándome a su cuartel general. Me preguntó una serie de generalidades que bien pudo haberlas hecho por teléfono, me regaló un PPKuy de peluche —¡te estás llevando un regalo de 100 dólares!, me advirtió— y, luego, sin ningún rubor me pidió que le hiciera un “paper” con las cuatro cosas de sentido común que le comenté.
A la salida de su búnker y muerto de la risa, pensé en qué pasaría si, por ejemplo, me iba de orgía y luego de la bacanal le regalaba el PPKuy de Susana a mi sparring de turno diciéndole lo mismo que me dijo ella: “Te estás llevando 100 dólares, amistad”.
La pobre tía Susy hasta ahora debe estar esperando su «paper»… Al final, perdió PPK y yo voté por Humala.
Bromas aparte, en lo que a mí respecta nunca me ha tocado la suerte de ser sparring para un debate de ningún candidato al que no estuviera asesorando públicamente en su campaña, y me refiero a las dos de Lourdes Flores: una presidencial (2006) y otra municipal (2010).
Dicho esto, le doy mi pleno respaldo a Rosa María contra la insidia de la que está siendo víctima injustamente, máxime si pidió y recibió la bendición de un cura. Eso me pasa por no tener fe. Si creyera, hubiera ido a pedirle consejo al cardenal primado que, supongo, es superior a un cura, para que me aconseje a quién apoyar y por quién votar.
Sea como fuere, para mí siempre seguirá siendo un placer estar con Rosa María, Santiago Pedraglio, Luis Davelouis y David Rivera el próximo domingo para comentar el flash electoral en el canal del Estado. Sin duda será, más que todo por ellos, un panel de lujo.