Las ONG de izquierda y una inaudita intromisión de embajadora de UE en asuntos internos de los peruanos
En una carta altisonante e impertinente, la embajadora de la Unión Europea Irene Horejs pretende dar lecciones al gobierno peruano de “gobernanza” con relación a los conflictos sociales promovidos por un sector conocido de la izquierda peruana -agazapado tras varias ONG-, contra determinados proyectos de inversiones mineras. La carta está dirigida a la canciller de la República Ana María Sánchez, con copia al presidente del Consejo de Ministros y a la directora ejecutiva de la Agencia de Cooperación Internacional (APCI). Acompañan a la firma de la señora Horejs las de los 12 embajadores de la UE acreditados en el Perú, lo que añade peso a sus palabras y ha generado una controversia considerable.
Como es bien sabido, luego de los penosos sucesos producidos en Islay por el proyecto Tía María, el gobierno anunció una serie de nuevas disposiciones para renovar las inscripciones de las ONG acreditadas en la APCI. Esto, con el fin de cautelar los intereses del estado y de la sociedad frente a lo que el gobierno considera una labor que, lejos de contribuir a la solución de los conflictos, los agrava azuzándolos.
Por supuesto que las ONG concernidas han puesto el grito al cielo denunciando un abuso del gobierno peruano. No es para menos. En juego están los millones de euros que reciben anualmente de la cooperación internacional, principalmente europea. En este contexto, la misiva de Horejs y el respaldo de los embajadores de la UE se presentan como un intento de proteger esos recursos y mantener la influencia de las ONG en el país.
«Por la plata baila el mono»