Una delegación de la cooperación internacional se presentó a la Defensoría del Pueblo con un cheque de 10 millones de dólares.
Muy interesante el «enfoque de género» del editorial de El Comercio sobre la derogatoria del Decreto Legislativo 1323. Donde luego de la aprobación en el Congreso y el respaldo de la Defensoría del Pueblo. Se introducían los conceptos de ‘orientación sexual’ e ‘identidad de género’ como causales de discriminación especialmente castigadas por el Código Penal. El decano sostiene que si bien la explicación de la mayoría parlamentaria es de forma, las motivaciones tras esa forma serían la homofobia de ese grupo parlamentario. Sin embargo, para que el público tenga un balance completo de la situación aquí les va la una historia alternativa.
Fueron rechazados. ¿Dónde se fue todo ese dinero?
A principios de este verano una delegación de la cooperación internacional. Es decir, de países que a través de sus organismos gubernamentales apoyan económicamente determinadas agendas sociales, se presentó a la Defensoría del Pueblo con un cheque de DIEZ MILLONES DE DÓLARES. La delegación quería comprometer a ese organismo en la defensa de los «derechos LGTBI». Esto con el fin que estos tengan prioridad uno en el programa de acción de la Defensoría. Como es bien, la prioridad de la Defensoría bajo su gestión es salud, educación y seguridad ciudadana. Por lo que, al no poder poner como tema número uno de su agenda los derechos LGTBI, los Estados cooperantes se fueron —incrédulos— con sus diez millones de dólares a otro lado. ¿Adónde? That is the question.
Lo que vino luego fue una serie de acontecimientos que son de conocimiento público. El Ministerio de Educación, quiso legitimar a través de la currícula escolar el «enfoque de género». Abarcando los contenidos de «orientación sexual» e «identidad de género»precisamente. Luego, el Poder Ejecutivo, quiso también hacer pasar ese enfoque al Código Penal, lo que motiva el editorial de El Comercio bajo comentario. En esa misma línea a favor del «enfoque de género», se presentó el INEI anunciando el primer censo para saber los problemas de la población LGTBI. Esto con el fin de darles una solución acorde con sus necesidades. Y hasta lo cómico no estuvo ausente de este extraño paroxismo por la agenda LGTBI: ¡la Autoridad Nacional del Agua anunció una capacitación sobre los derechos de género y el agua!
Sería estimulante que con esta información a la mano El Comercio indague si el gobierno nacional y sus organismos públicos descentralizados han recibido o no dinero de la cooperación internacional para poner en agenda el «enfoque de género». Digamos, para tener las dos partes de la historia sobre las «motivaciones ocultas». El Comercio tiene ahora suficientes recursos para investigar todos los hechos.
