Marco Arana queda arrinconado dentro de su propio partido.
“No se rompe el Frente Amplio, yo soy la vocera alterna y la bancada seguirá funcionando”, ha aclarado (?) la congresista Marisa Glave luego de hacerse pública la renuncia de 114 militantes de Tierra y Libertad, ¡la organización dueña de la inscripción!
La realidad es que la renuncia a Tierra y Libertad de los congresistas que integran el Frente Amplio es en la práctica un quiebre a la bancada por la cual fueron elegidos. Puesto que, pone en una incómoda situación a Marco Arana, líder de TyL, ahora arrinconado dentro de su propio partido y de la alianza congresal que promovió.
¿Cómo así los renunciantes se van a mantener en una bancada si están abandonando el partido que la integró?
¡Urgente! Necesitamos ya una reforma de los partidos políticos para evitar situaciones como esta: no puede ser que en la práctica dos facciones continúen unidas únicamente por temas operativos. Al menos eso es lo que se entiende de las declaraciones de Glave.
Lo que ocurre en el Congreso es inaudito: todos se sienten los máximos representantes del voto popular, pero no en grupo sino en forma personal. Hechos como estos nos confirman esa voluntad personalista y cómo los planes partidarios se arman con tal línea de abordaje.