Fallece Alberto Fujimori, el expresidente de Perú este miércoles 11 de setiembre debido a complicaciones en su estado de salud, según confirmó su hija, Keiko Fujimori. La noticia ha generado una oleada de reacciones en el país, reflejando tanto la admiración como la controversia que marcó su carrera política.
“Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”, publicó en un mensaje en X.
Detalles del fallecimiento
Alberto Fujimori, quien gobernó Perú desde 1990 hasta el año 2000, murió a los 86 años de edad. Su fallecimiento se produjo tras un período de deterioro en su salud, que había sido motivo de preocupación durante los últimos meses. Su última aparición pública tuvo lugar el 4 de septiembre, cuando fue visto saliendo de la Clínica Delgado en Miraflores, acompañado por su hijo Kenji Fujimori. En esa ocasión, el expresidente se sometió a una serie de exámenes médicos de rutina, pero su estado de salud continuó deteriorándose.
En los meses previos a su fallecimiento, la salud de Fujimori había sido un tema recurrente en las noticias. Había sido ingresado en varias ocasiones en hospitales debido a problemas cardíacos y a una serie de afecciones que se complicaron con el tiempo. Su familia, en particular su hija Keiko y su hijo Kenji, había estado a su lado durante estos momentos críticos, proporcionando actualizaciones regulares sobre su estado de salud y manejando la presión pública y mediática.
Un legado controvertido
El legado de Alberto Fujimori es un tema de debate. Durante su presidencia, Alberto Fujimori fue elogiado por implementar políticas económicas que lograron una notable estabilidad y crecimiento en Perú. También fue reconocido por su postura firme contra los grupos insurgentes Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Las políticas de Fujimori favorecieron el desarrollo económico y la reducción de la violencia insurgente, aunque su mandato estuvo marcado por controversias significativas. Sin embargo, su mandato también estuvo marcado por serias acusaciones de corrupción, violaciones a los derechos humanos y un régimen autoritario.
El final de su presidencia en el año 2000 vino acompañado de una crisis política y de corrupción que provocó su huida a Japón. En 2005, Fujimori fue arrestado en Chile y extraditado a Perú, donde fue condenado por corrupción y violaciones de derechos humanos. A pesar de su condena, continuó siendo una figura polarizadora, con seguidores que lo ven como un salvador económico y detractores que lo consideran un dictador corrupto.
Reacciones del pueblo
Para algunos, el fallecimiento de Alberto Fujimori marca la pérdida de una figura histórica que tuvo un profundo impacto en la política y la economía del país. Sus seguidores y aquellos que valoran su legado económico han expresado un sentimiento de tristeza y reconocimiento por sus contribuciones. Muchos destacan su papel en la estabilización de la economía peruana durante los años 90, cuando Perú enfrentaba una grave crisis económica y política.
En contraste, muchos peruanos y analistas han utilizado la ocasión para reflexionar sobre los aspectos más oscuros de su presidencia. Las críticas hacia Alberto Fujimori se enfocan en las acusaciones graves de corrupción y violaciones de derechos humanos durante su mandato presidencial en Perú. Opositores y defensores de derechos humanos han usado su fallecimiento para destacar los abusos cometidos bajo su régimen, incluyendo violaciones graves y corrupción. El legado de Fujimori está marcado por serios cuestionamientos sobre su gobierno, con un enfoque en los abusos de poder y las transgresiones institucionales que ocurrieron.