Más y mejor transporte público es el primer paso
El alcalde de Jesús María propone ampliar la avenida Salaverry a tres carriles. Para esta ampliación se tendrá que afectar la berma central, la ciclovía o las veredas. No hay otra forma de hacerlo. Esta propuesta se suma a la del alcalde Castañeda, quien busca lo mismo para las avenidas Arequipa y Benavides. Así se aliviaría el tránsito de transporte público, dicen las autoridades.
Aumentar la capacidad vial en zonas céntricas de la ciudad puede ser una solución en el corto plazo, pero a mediano y largo plazo solo agrava el problema. Construir un carril adicional motivará que quienes transitaban por otro lado, ahora lo hagan por la avenida ampliada: la vía colapsará nuevamente en muy poco tiempo y se requerirá una nueva ampliación; y así hasta ahogarnos en asfalto y humo.
Lima debería seguir el ejemplo de otras ciudades en las que la cantidad de autos también está creciendo y el espacio ya les queda chico. En lugar de aumentar la capacidad vial, se debe buscar implementar políticas que desincentiven o restrinjan el uso de autos. Más y mejor transporte público es el primer paso.
Quienes gobiernan la ciudad no deben olvidar que solo el 8% de los limeños usa vehículo privado. Este dato revela una realidad urbana que va más allá de las estadísticas. Esto refleja las dinámicas de movilidad urbana. Un verdadero progreso no es aumentar este porcentaje, sino mejorar el transporte público accesible y sostenible. En lugar de fomentar el uso de automóviles, las autoridades deben promover alternativas como el transporte masivo, la bicicleta y la caminata. Esto generaría una ciudad más limpia y habitable, fortaleciendo la cohesión social y la equidad entre ciudadanos. La verdadera medida del desarrollo urbano es crear un entorno donde la movilidad sea un derecho accesible para todos, no un privilegio de unos pocos.