Carlos Manrique: Fundador de CLAE

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Carlos Manrique Fundador de CLAE

Carlos Manrique Carreño es una figura que muchos recuerdan por su papel en la mayor estafa financiera y piramidal en la historia reciente de Perú. La madrugada de este miércoles 10 de julio falleció Carlos Manrique Carreño, fundador del Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial, mejor conocido como CLAE, una entidad que marcó una época en los años 90 por sus controvertidas operaciones. Este artículo se sumerge en la vida y actividades de Carlos Manrique, explorando cómo llegó a liderar una estafa que afectó a miles de personas en el país.

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El inicio de CLAE

El inicio de CLAE

La fundación de CLAE

Carlos Manrique fundó el Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial en 1978 con el supuesto objetivo de ofrecer servicios de asesoría, consultoría y administración de empresas. Sin embargo, desde el inicio, CLAE operaba de manera informal y sin cumplir con las regulaciones financieras establecidas. Bajo la fachada de ofrecer asesoramiento empresarial, CLAE también realizaba intermediación financiera, lo que la posicionó dentro del ámbito de la banca paralela.

La expansión del negocio

A principios de los años 80, Carlos Manrique tomó una decisión que cambiaría el rumbo de su empresa y de la vida de muchas personas: ingresar al negocio de la captación de dinero. Este movimiento fue estratégico y bien calculado, aprovechando un contexto económico adverso. Durante esa época, Perú estaba sumido en una grave crisis económica, con una hiperinflación galopante que erosionaba rápidamente el valor de los ahorros de las personas. Las tasas de interés ofrecidas por la banca formal eran extremadamente bajas, lo que dejaba a los ahorristas con pocas opciones para proteger su capital.

Manrique, consciente de esta situación, prometió altos retornos a los inversores, llegando incluso a ofrecer hasta un 100% de interés anual. Este tipo de ofertas era prácticamente inaudito en un mercado financiero convencional, pero resultaron irresistibles para miles de ahorristas que buscaban desesperadamente formas de preservar y aumentar sus ahorros. La promesa de duplicar el dinero invertido en un año capturó rápidamente la atención del público.

El auge de la estafa piramidal

La estrategia de Carlos Manrique

La estrategia de Carlos Manrique era simple pero efectiva: utilizar el dinero de los nuevos ahorristas para pagar los intereses de los antiguos. Este esquema piramidal permitió a CLAE crecer rápidamente, acumulando ingresos que ascendían a los 200 millones de dólares por año. Sin embargo, la sostenibilidad de este modelo dependía de la entrada constante de nuevos fondos, algo que eventualmente se convirtió en un problema insuperable.

La caída de CLAE

El punto de quiebre para CLAE llegó cuando el número de nuevos ahorristas creció tanto que se volvió imposible pagarles los intereses prometidos. Inicialmente, el sistema parecía funcionar, ya que los fondos de los nuevos inversores se utilizaban para pagar los altos intereses a los antiguos. Sin embargo, este modelo de negocio, conocido como esquema piramidal, estaba destinado a colapsar tarde o temprano.

Las promesas de duplicar los ahorros en un año resultaron ser insostenibles a largo plazo. A medida que el número de inversores crecía, también lo hacía la cantidad de dinero necesario para cumplir con los pagos de intereses. Eventualmente, los ingresos provenientes de nuevos depósitos no fueron suficientes para cubrir los compromisos adquiridos con los ahorristas existentes. Este desenlace era inevitable, ya que el modelo de negocio de CLAE dependía exclusivamente de la entrada constante de nuevos fondos para seguir operando.

A medida que la situación financiera de CLAE se deterioraba, comenzaron a surgir señales de alarma. Los pagos de intereses empezaron a retrasarse, y los ahorristas comenzaron a inquietarse. La confianza en la entidad se erosionó rápidamente, y muchos inversores intentaron retirar sus fondos al mismo tiempo. Este pánico masivo precipitó aún más la caída de CLAE, ya que no había suficiente dinero disponible para satisfacer las demandas de retiro.

El impacto en la sociedad peruana

Afectados por la estafa

La caída de CLAE afectó a aproximadamente 200,000 personas, aunque se estima que el número real podría ser mucho mayor. La promesa de altos retornos llevó a muchos a invertir sus ahorros de toda la vida, solo para descubrir que habían sido víctimas de una estafa. La repercusión de este evento fue tan significativa que dejó una marca indeleble en la historia financiera de Perú.

Reacciones y consecuencias

El escándalo de CLAE provocó una serie de reacciones tanto en el ámbito político como en el social. La falta de regulación adecuada y la ingenuidad de los inversores fueron puestas en el centro del debate. El gobierno y las autoridades financieras se vieron obligados a implementar medidas más estrictas para evitar que un fraude similar ocurriera nuevamente.

Lecciones aprendidas

La importancia de la regulación

El caso de Carlos Manrique y CLAE destaca la importancia de una regulación financiera adecuada. La falta de supervisión permitió que una estafa de esta magnitud se desarrollara sin obstáculos significativos. Las lecciones aprendidas llevaron a reformas en las políticas de supervisión y control financiero en Perú.

La educación financiera

Otro aspecto crucial es la educación financiera de los ciudadanos. La falta de conocimiento sobre inversiones y finanzas personales hizo que muchos cayeran en la trampa de las promesas de altos retornos sin entender los riesgos involucrados. Promover una mayor educación financiera puede ayudar a prevenir que situaciones similares se repitan en el futuro.

Carlos  y su empresa CLAE representan un capítulo oscuro en la historia financiera de Perú. La estafa piramidal que lideró afectó a miles de personas y dejó lecciones importantes sobre la necesidad de una regulación financiera adecuada y la educación de los inversores. La historia de CLAE es un recordatorio de los peligros de las promesas financieras demasiado buenas para ser verdad y la importancia de la vigilancia y la educación en el ámbito financiero.

La figura de Carlos ManriManrique Carreñoque es un ejemplo de cómo una empresa que comenzó con una promesa de asesoramiento y administración de empresas puede convertirse en el centro de una de las mayores estafas financieras de un país. La caída de CLAE no solo dejó a miles de personas sin sus ahorros, sino que también llevó a reformas significativas en la regulación financiera de Perú. Esta historia sirve como una advertencia eterna sobre los peligros de los esquemas financieros fraudulentos y la necesidad de proteger a los inversores.

 

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