El golpe a la economía peruana se debe, en gran medida, al inexperto liderazgo en materias económicas y a la falta de contrapesos en el Congreso, agravado por un contradictorio, lento y terco manejo de la crisis sanitaria. La pandemia del COVID-19 ha desnudado carencias y errores en todos los países del mundo, y las pérdidas económicas empiezan a tomar una magnitud significativa.
La profundidad del daño se debería al inexperto liderazgo en materias económicas y a la falta de contrapesos en el Congreso, y se habría acentuado por un contradictorio, lento y terco manejo de la crisis sanitaria.
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Impacto global de la pandemia en la economía
La crisis sanitaria del COVID-19 ha desnudado carencias y errores en todos los países del mundo, y las pérdidas económicas producidas por la pandemia ya empiezan a tomar magnitud. Así por ejemplo, se estima que la economía norteamericana decrecerá un -6.6% en el 2020 y que en el 2021 retomará un crecimiento de 5%.
En la comunidad europea, bajo la tutela de Angela Merkel, se prevé que el descenso en el PBI será del orden de -8.7% y solo recuperará un 5.2% el año próximo, sugiriendo –tal vez– que, mientras mayor es la bajada, mayor la dificultad de volver a las cifras precrisis. Esto debido a la destrucción de empleos y empresas que no volverán.
También preocupante es advertir que el gigante chino, y motor principal de nuestro crecimiento durante lustros, haya evitado pronunciarse por primera vez sobre sus objetivos económicos para el 2020. El incremento habitual de su PBI está en el orden del 6% anual, pero los analistas estiman que esta vez descenderá por debajo del 2%.
Golpe a la economía Peruana
En este contexto, la economía peruana –bajo la batuta conductora de Martín Vizcarra y la ministra María Antonieta Alva– estaría por derrumbarse un estrepitoso -11% a -16%, destruyendo con ello mucho del crecimiento y ahorro acumulados tras 20 años de avance.
Nuestro país perderá millones de empleos formales y, francamente, será imposible que pueda recuperarse en solo uno o dos años más, como afirman los optimistas y complacientes medios de prensa locales. La magnitud del daño ocasionado hará más difícil el retorno y no podrá revertirse en menos de tres años (y esto solo con condiciones favorables).
La profundidad de la destrucción económica se debería al inexperto liderazgo político en materias económicas y a la falta de contrapesos en el Congreso, y se habría acentuado por un contradictorio, lento y terco manejo de la crisis sanitaria.
Asimismo, se debería a que hoy el Perú es una democracia débil, con una prensa que ha renegado de su rol crítico, incentivando de esa manera a que el mandatario no corrija sus errores con rapidez, o le sea fácil desentenderse de ello culpando a otros (¡incluso a ciudadanos comunes y corrientes!) de su propio desatino y confusión para interpretar y manejar la realidad.
Por todo ello, el PBI peruano perderá este año la friolera de 100 mil millones de soles de actividad económica, mucho más que los países de la región. Nuestro número de contagios ya está en el puesto 8 del Top Ten mundial.
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Consecuencias de la cuarentena extendida
Y para remate, ¡la duración de la cuarentena es de nunca acabar! ¿Se habrán preguntado en este gobierno intervencionista y caviar de Vizcarra y del premier Zeballos por qué sus resultados son lo que son a pesar de tanta ONG a su servicio y tanto ‘Swing’ pagado en consultorías?
Cada quien con lo suyo y nosotros, como es obvio, tampoco esperábamos que este gobierno actúe como Corea del Sur o Dinamarca. Lo cierto es que tampoco pensamos que nos convertiríamos en el patito feo del continente.
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