La delincuencia avanzó y el gobierno fracasó
Y, a pesar de ello, el ministro no dejó de ser condecorado.

José Chirito
| ColumnistaLa inseguridad ciudadana es uno de los graves problemas que deja el gobierno de Ollanta Humala a la nueva administración. El propio ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, ha reconocido el avance de la delincuencia y que su portafolio “no estuvo a la altura de las circunstancias”.
En cinco años, el gobierno nacionalista no supo diseñar una política efectiva para enfrentar a la delincuencia que creció (y sigue creciendo día a día) ante la pasividad de los siete ministros que pasaron por la cartera del Interior: ¡estuvieron pintados!
Pérez Guadalupe reconoce también que “los raqueteros” (delincuentes que roban al paso) son el gran problema que afecta a la sociedad. A ello hay que sumarle el sicariato, asaltos en las viviendas, restaurantes, negocios, entre otros, que dejan heridos y enlutan hogares.
Increíble que un ministro que reconoce que no estuvo a la altura de la circunstancia para proteger a los ciudadanos haya sido condecorado… al igual que el resto del gabinete.
No se puede decir que es un problema de años atrás y que este gobierno le deja al próximo “las herramientas que necesita para combatir los robos”. Lo cierto es que a la nueva administración le están entregando un país con un alto índice de delincuencia que el nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski, deberá enfrentar desde el 28 de julio.